¡Ay, la procrastinación! Esa enemiga silenciosa que se mete en tus planes de emprendimiento como el vecino metiche en la fiesta. Hoy vamos a hablar de cómo mandar a volar a la pereza y empezar a chingarle de verdad.
🛋️ Toda la banda quiere emprender, pero la mayoría se queda en el sillón viendo Netflix como si fuera la chingadera más importante del mundo. ¡Ah, la procrastinación! Te tira más que un imán en el refrigerador. Si te quedas esperando, tus sueños se van a volar más rápido que los memes de moda.
🚀 Pero ¡órale! Si quieres ser un emprendedor de los chidos, hay que dejar de mam**r y empezar a chingarle. El tiempo es más valioso que el Bitcoin, y cada minuto perdido es una oportunidad que se va volando como pedo en canoa.
📆 Planear es clave, pero la acción es como la salsa en los tacos: lo que le da sabor. Marca tus metas en el calendario y no las dejes para «mañana». Esa fecha nunca llega, y terminas más rezagado que el que llega último a la fila del buffet.
🚨 Una excusa es como un barrendero en la calle: siempre está ahí, pero no tiene chiste. «Estoy cansado», «no tengo tiempo», «hoy no me siento creativo», ¡ya chole! Si esperas a que todo esté perfecto, nunca vas a emprender. ¡Hazlo aunque sea de morro!
🙅♂️ Rompe el círculo vicioso de la procrastinación. Arranca con pequeñas acciones, como un empujón para el carro descompuesto. Una vez que te pones en movimiento, es más fácil seguir adelante.
📈 Y ojo, no esperes a sentirte motivado como en una película de Hollywood. La motivación es tan volátil como las tendencias en TikTok. La disciplina es lo que te hace avanzar, aunque te sientas más flojo que una piñata después de la fiesta.