¿Están hartos de ideas de negocio que parecen sacadas de una película de ciencia ficción pero que son más irreales que tus posibilidades de ligarte a tu crush? Pues hoy les traigo una que se lleva el trofeo de «La Peor Idea de Negocio del Mes». No es broma, ahí les va: Rentar Palomas Mensajeras en pleno 2023.
- El Vintage, Pero No Tanto: A ver, sé que hay un montón de morros que aman lo vintage: los vinilos, las cámaras Polaroid y los afeitados con navaja. Pero no mamen, ¿palomas mensajeras? Eso es como querer mandar señales de humo en lugar de un simple WhatsApp. ¿Qué sigue? ¿Rentar tambores para comunicarse como en la selva?
- Las Palomas, esas no son pets, morros: No se ustedes, pero yo no veo a nadie paseando su paloma por la Condesa. Estos bichos son más conocidos por decorar las estatuas que por ser cariñosos compañeros. Si vamos a volver a los clásicos, hay mejores opciones.
- Tiempo vs. Instantaneidad: Imagina que tienes una emergencia y necesitas contactar a alguien ya. ¿Vas a esperar a que tu paloma mensajera llegue volando con tu mensaje de «Mándame una Ambulancia»? No hay tiempo para nostalgia cuando hay una urgencia.
- Goodbye, Privacidad: Si crees que WhatsApp es inseguro, intenta que tu paloma mensajera vuele con un mensaje ultra secreto. ¿Qué garantía tienes de que no se lo va a llevar un halcón hambriento o que simplemente se desvíe por ir tras un pedazo de pan? Privacidad, olvídalo.
- Costos y Mantenimiento: No es como si pudieras tener una paloma y ya. Hay que alimentarlas, darles un lugar donde vivir y, claro, entrenarlas. Eso cuesta lana, y mucho. Si quieres tirar tu dinero, mejor invítame unas chelas.
En resumen, rentar palomas mensajeras en la era del WhatsApp no es vintage, es directamente una mala idea.
No se necesita ser un gurú empresarial para darse cuenta de que esto es un intento fallido de viaje en el tiempo más que una idea viable de negocio. ¿O no?