¡Alv mamá! (A La Victoria para quien no entendió) ¿Lista para el caos? El intern entrevistó a su mamá y le preguntó cómo sobrevivir con menos dormir y más tomar (café).
Porque, seamos realistas, ser madre y emprendedora es como un circo en esteroides, pero con menos payasos (ejem, ejem) y más pañales sucios.
Ya sabemos que las noches sin dormir son la nueva normalidad, y el café se ha convertido en el mejor amigo.
Pero, ¿cómo hacer malabares con las demandas de los babys y el emprendimiento (y) sin perder la cabeza? Aquí van algunas recomendaciones dignas de una malabarista de Cirque du Soleil:
- Acepta el caos: No hay tiempo para tu TOC. Aprende a abrazar el desorden y la imprevisibilidad. El plan perfecto es solo una ilusión en este juego de malabares, acepta un nivel de incertidumbre que te acomode.
- Haz una lista de prioridades: Tienes un millón de cosas que hacer, pero no puedes hacerlo todo. Haz una lista de las tareas más importantes y concéntrate en ellas. ¿Recuerdas a la mujer maravilla? ¿Qué es lo que no tenía? Correcto: hijos. Reajusta tus prioridades.
- Busca ayuda: Con todo menos con miedo. Tu pareja, familia, amigos o hasta alguien que contrates te van a ayudar. No puedes hacerlo todo sola (y ni siquiera deberías considerarlo).
- Encuentra momentos para ti misma: El tiempo para ti misma es como el Santo Grial que persigue Robert Langdon: un tesoro. La diferencia es que no tienes que recorrer todo Europa para encontrarlo. Emprender y ser mamá es como una montaña rusa, encuentra momentos para cuidarte y recargar energías como aquellos años donde vibrabas altísimo como Tuluminati.
- Aprovecha los hacks de vida: No eres la última chela del Azteca, lo que te está pasando le pasó, le pasa y le pasará a muchas mujeres más. Googlea trucos, hay hacks desde cómo dormir a la par que el niño Dios que tienes en brazos, hasta recetas ‘5 minutes’ para mantener a todos alimentados, busca esos hacks de vida que te la hagan más fácil.
- Deja de compararte: Difícil si, imposible no. La comparación es la muerte de la felicidad. No te compares con otras madres o emprendedoras. Cada uno tiene su propio camino y ritmo, hazlo a tu manera.
- No te rindas: ¡Eres una guerrera! ¡Levántate y no bajes la cabeza (que se te marca la papada y se ve ho-rri-ble)! Ya en serio, mil veces vas a querer tirar la toalla, y es nor-mal.
Recuerda, mami, el camino no es fácil, pero tampoco es imposible.
Ya tuviste al chamaco, que es lo difícil. Sírvete otro cafesito, una lloradita y a seguirle.